Bosquejos para enseñanzas bíblicas

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domingo, 14 de noviembre de 2021

¿Una sola carne? Más allá del romance


Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Génesis 2:24
 
Muchas parejas se casan convencidos de haber hallado a esa persona que los hará felices para siempre. Sin embargo, el romance se acaba rápido y con la convivencia, cada uno se muestra tal como es, con virtudes y defectos. Y cuando llegan los problemas, si estos no son tratados de manera adecuada, se convierten en crisis.
 
En los matrimonios estables, ambos cónyuges analizan sus metas y se comprometan a alcanzarlas juntos. Por lo cual se aconseja que durante el noviazgo se conozcan a fondo considerando cada aspecto de sus vidas. Las telenovelas nos dicen que lo que importa es que se amen y nada más. El problema es que si el matrimonio no los hace felices, concluyen que se equivocaron, se divorcian y buscan "su alma gemela" en otra persona.

1. Las expectativas poco realistas socavan la realidad (Ro 12:9)
Muchos se casan esperando un eterno romance y se sorprenden ante lo complicada que puede ser la convivencia. Por eso ambos deben tomarse el tiempo de conocerse mutuamente, tal como son, con virtudes y defectos para que ambos tengan claro en qué se están metiendo.
 
2. Cuando la desilusión toca tu puerta (Mt 7:12)
La desilusión suele venir con las diferencias personales. Es decir, cuando cada uno descubre esos hábitos o gustos en el otro que pueden resultar incómodos o hasta desagradables. Ante lo cual conviene que te preguntes si te enamoraste de la persona, de lo que creíste que era o de la idea de estar enamorado.
 
3. Un reajuste en tus expectativas (Ec 4:10)
El romance en la relación es bueno, pero si es el fundamento de tu matrimonio, éste no llegará muy lejos, así que conviene que ambos reajusten sus expectativas. Puesto que solo cuando ambos buscan criar una familia y ayudarse mutuamente en tiempos difíciles, permanecerán juntos y resolverán los problemas que surjan.
 
4. Diferencias de géneros (Col 3:18-19)
Otra fuente de expectativas irreales consiste en esperar que tu cónyuge se comporte y reaccione de la misma manera que tú lo harías. No debemos olvidar que existen diferencias entre hombres y mujeres, no solo tenemos cuerpos distintos sino que percibimos la realidad de maneras distintas.
 
5. Las diferencias en el trasfondo familiar (Ef 4:2)
Nos relacionamos el uno con el otro no solo a través de los filtros de nuestros géneros, sino a través del trasfondo familiar y la forma en que nos criaron. Es decir, el ejemplo que recibimos y las costumbres que adquirimos cada uno en su hogar y de su familia.
 
La recompensa de las expectativas realistas (Pr 10:28)

Cuesta trabajo tener un matrimonio sólido, pero las recompensas son profundas y abundantes. Cuando ambos dejen de centrarse en los sentimientos románticos y se dispongan a escucharse y apoyarse mutuamente, descubrirán que con todo esto llega un romance perdurable con sentimientos profundos resultantes de haber construido una vida juntos, en las buenas y en las malas.

Podrán vivir felices para siempre, pero solo si ambos estén dispuestos a resolver sus desacuerdos y los problemas que se puedan presentar.

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