Isaías 43:18-19
18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Hacer la voluntad de Dios requiere que estemos siempre atentos, no solo a lo que sucede a nuestro alrededor sino a lo que hacemos, pensamos y sentimos. Por lo cual debemos permanecer concentrados en su Palabra mientras afrontamos los retos propios del día a día.
¿Cómo puedo concentrarme en Dios?
1. ¡Quita el retrovisor!
Filipenses 3:1313 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
Si siempre estamos mirando atrás, nos vamos a estrellar en la vida y nunca llegaremos al lugar hacia el que nos dirigimos.
2. Centra tu atención
1 Corintios 9:25-2725 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Para lograr algo, debemos enfocar todos nuestros esfuerzos en la meta que nos hemos trazado, por lo cual a veces tendremos que renunciar a todo aquello que nos pueda distraer. Toma en cuenta estos 4 consejos para que tu atención esté, en lo que Dios tiene para ti:
- Suelta el pecado.
- Esfuérzate.
- Busca el propósito.
- Disciplínate.
3. Ten expectativas. Cuando emprendemos algo, por lo general tenemos alguna expectativa, es decir, esperamos obtener algún resultado. ¿Qué esperas de Dios? Expectativa es una palabra derivada del latín exspectātum, que se traduce como “mirado” o “visto” a la esperanza, sueño o ilusión de realizar o cumplir un determinado propósito.
4. Vive agradecido. La gratitud es el reconocimiento de que lo que tenemos o somos es gracias a alguien mas. En nuestro caso reconocemos que todo lo que somos y tenemos es porque Dios así lo ha querido. Ese reconocimiento nos prepara para recibir todo lo nuevo de Dios para nosotros.
*A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina-Valera (RVR) 1960.
No hay comentarios:
Publicar un comentario