Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:20-21
El mundo nos enseña que quien tiene dinero lo tiene todo, lo cual es cierto, pero solo en parte. Puesto que necesitamos del dinero para casi cualquier cosa que hagamos, desde las más básicas como comer o vestir dignamente. El problema es cuando dedicamos nuestras vidas para acumular riquezas olvidando que en cualquier momento nos vamos “con las manos vacías”.
Nosotros entendemos que es Dios quien hace posible todas las cosas y si él nos da el poder para que hagamos riquezas es para que las disfrutemos y seamos de bendición a otros, entre ellos el templo de Dios, de donde aprendemos su Palabra que nos lleva a vida eterna.
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