Buscar este blog

Orando a la manera de Jesús


Hoy estudiaremos el modelo de Jesús, a través del cual nos enseña a tener oraciones equilibradas y organizadas que den espacio para todo cuanto pedir, pero también para lo que debemos tener en cuenta en nuestra relación con Dios.

1. La oración y las prioridades 

Mateo 22:37-40
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento. 
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 
40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
 
En el modelo de oración que propuso Jesucristo vemos cierta división reflejada en el orden de nuestras peticiones:

  • Primero Dios - Tal como en la cita base de este punto, lo mas importante para nosotros debe ser amar a Dios y complacerlo en todo.
  • Luego yo - Antes de amar a los demás, debemos amarnos a nosotros y para ello debemos evitar todos aquellos hábitos que puedan dañar nuestro cuerpo o afectar nuestra paz mental o emocional.
  • ...y por último los demás - Si Dios es nuestra máxima prioridad, sabemos que la mejor manera de complacerlo es amarnos los unos a los otros, o sea que nuestro amor propio debe extenderse a los demás para atenderlos como nos cuidamos a nosotros mismos.

2. Orando con toda nuestra atención 

Mateo 26:41
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

A veces por el cansancio o los muchos asuntos pendientes, nuestra mente tienda a divagar, pero antes de acercarnos a Dios, debemos tener en cuenta ciertos factores que nos permitirán disfrutar a plenitud de nuestro tiempo con él.

  • Requiere preparación - Como vamos a presentarnos ante el ser más importante de todos, debemos vaciar nuestra mente de todo asunto ajeno para enfocar toda nuestra atención en él, en lo que tenga para decirnos pero también en lo que vayamos a decirle.
  • Requiere tiempo (Eclesiastés 3:1) - Si queremos ser personas exitosas debemos ser organizados y saber que todo tiene su tiempo, así como hay tiempo para trabajar, comer, dormir, también hay que sacar tiempo para aprender de su palabra y para buscarle en oración.
  • Requiere orden (1 Corintios 14:40) - Contrario a lo que algunas personas piensan, el Espíritu de Dios no es caprichoso, ejemplo de ello lo vemos en su creación, en la cual fue cuidadoso hasta en los más mínimos detalles. En cambio nuestro corazón si es caprichoso y desordenado, pero si somos guiados por Dios debemos ser organizados hasta en nuestra manera de orar.
  • Requiere constancia (1 Tesalonicenses 5:17) - Nosotros podemos orar en cualquier momento e irle diciendo a Dios cada cosa que se nos venga a la mente, pero la constancia también habla de que si en nuestro tiempo de oración pedimos algo, debemos pedirlo las veces que sea necesario hasta que lo recibamos, sin desanimarnos mientras esperamos.

3. Segmentos de la oración 

Lucas 11:1-4
1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 
2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 
3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 
4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

Teniendo en cuenta lo anterior, ahora pasamos a los segmentos que Jesús nos presenta en su modelo de oración:

  • Alabanza y adoración (Vs. 2) - Adorar es reconocer quién es Dios, es hacernos conscientes de que estamos hablando con el ser mas importante de todos, nuestro padre que hizo todas las cosas con su poder ilimitado y que por amor está dispuesto a darnos todo lo necesario para que llevemos vidas plenas y felices. Alabar es reconocer todo lo que ha hecho, lo que puede hacer y agradecer por todo lo que hace cada día por nosotros.
  • Pedimos su dirección - Como su poder y sabiduría se encuentran muy por encima de todo lo imaginable, entendemos que él mejor que nadie sabe lo que es mejor para nosotros, así que le pedimos que a través de su Espíritu Santo nos guíe en nuestro andar diario.
  • Peticiones (Vs. 3) - Sabiendo que para él no hay imposibles y teniendo en cuenta que él sabe lo que nos conviene, aquí es donde pedimos cualquier cosa que queramos o necesitemos para nosotros mismos o para aquellas personas que apreciamos.
  • Fortaleza contra las tentaciones (Vs. 4) - Ante cualquier cosa que nos propongamos, siempre vamos a tener la opción de descansar un poco más, de distraer nuestras mentes, de desistir ante las dificultades, ahí es donde se hace necesario resistir a la tentación y pedirle fuerzas a Dios para continuar a pesar de los obstáculos.
  • Protección contra los enemigos - El mundo puede ser un lugar muy peligroso, debido a la maldad del hombre, basta con que veamos en las noticias todo lo que sucede, por eso debemos pedirle a Dios que nos proteja de enemigos potenciales, manifiestos y contra los falsos amigos.
  • Amén - Esta palabra hebrea es usada para expresar que estamos de acuerdo y esperamos que Dios nos escuche y haga conforme a lo que le pedimos.

Puede que al principio sea algo tedioso o que no tengamos muchas cosas que decirle a Dios, pero a medida que oremos de acuerdo al modelo propuesto por Jesucristo, iremos desarrollando mayor fluidez y bajo la guía del Espíritu Santo, encontraremos nuevos motivos para agradecer y por los cuales pedir.

*A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina-Valera (RVR) 1960.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe el mensaje que deseas enviarme.

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *