El tiempo, Dios y nosotros

La percepción del tiempo puede variar entre una persona y otra tal como varía entre una especie animal y otra. De modo que mientras que para una tortuga que puede vivir más de 100 años un año no es mucho, para un ratón es toda su vida.

2 Pedro 3:8

8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

Tal como lo indica el pasaje anterior, para Dios, quien es eterno, muchos años son como un instante. Lo asombroso es que en ese instante, atiende cada detalle de nuestras vidas siendo nosotros tan diminutos en comparación con su universo.

El  Pastor y sus ovejas 

Mateo 18:11-14 

11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. 

12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? 

13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquella, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. 

14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.

Dios es como un pastor que cuida de sus ovejas al mantenerlas unidas, limpias y nutridas. No obstante, al igual que nosotros, ellas pueden desorientarse, distraerse y separarse del rebaño, así que cuando eso suceda, él hará lo necesario para traernos de vuelta.

Todo a su tiempo 

Eclesiastés 3:1

1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Salmos 18:30

30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,

Y acrisolada la palabra de Jehová;

Escudo es a todos los que en él esperan.

Nueva Traducción Viviente

30 El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección.

Gálatas 4:4

4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley.

Él podría responder nuestras peticiones de inmediato, pero prefiere darnos nuestro espacio y esperar a ver qué hacemos con lo que hemos aprendido y recibido de él. Él espera que seamos capaces de tomar nuestras propias decisiones y aprendamos a valorar lo que tenemos. Aunque parezca que se mantiene al margen de nuestros problemas, él observa atentamente nuestros corazones e interviene en el momento oportuno.

Existen dos palabras griegas que se utilizan para definir el tiempo con relación a nosotros. El Cronos, que es la sucesión de minutos, horas, etc. Y el Kairo, que es el momento oportuno, podemos desesperarnos tratando de que todo suceda cuanto antes, o confiar en Dios mientras ponemos de nuestra parte, de modo que él intervenga en el momento oportuno.

*A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina-Valera (RVR) 1960.