“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1 Ts. 5:18
Los seres humanos por naturaleza buscamos ayuda cuando la necesitamos, lo malo es que tendemos a olvidarnos de quien nos ayudó. Ejemplo de ello tenemos a los diez leprosos que fueron sanados por Jesús. Aunque recibieron su milagro debido a que todos creyeron y obedecieron, solo uno demostró su gratitud hacia su sanador al devolverse y agradecerle. (Lc 17:11-19)
La gratitud es esa estima que sentimos hacia quien nos ha ayudado y que nos impulsa a reconocer y corresponderle a su amabilidad. Evidentemente no es lo mismo dar las gracias que sentir gratitud, ya que cuando tenemos un corazón agradecido eso se nota.
¿Cómo sabemos que tenemos un corazón agradecido?
- Un corazón agradecido sabe recordar. (Sal 103:1-3)
- Un corazón agradecido confía. (1 Sa 17:36)
- Un corazón agradecido es generoso. (Mt 10:8)
Pregúntate ¿Quién ha estado siempre contigo y te ha tendido la mano cuando lo necesitas? Nunca olvides agradecer. Primero a Dios que ha sido bueno y fiel, y luego a quienes de una u otra manera han sido de bendición en tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario